Bodegas Luque de Doña Mencía

 en Gastronomía y Vinos

Publicado por Juan Luque Recio en El Bermejino n º 310, enero 2006.

Vista interior de Bodegas Luque

En memoria de José Luque Campos y de su hijo José Luque Carrasco, recientemente fallecido.

BODEGAS LUQUE S.A. fue fundada allá por 1.920 por don José Luque Campos, padre de los actuales propietarios, con el nombre de Bodegas Luque Campos. Se inició en el negocio del vino con la compra de pequeñas partidas de botas de roble americano, las que rellenó con los vinos de la zona, de gran calidad y finura.

La dedicación y el amor que José Luque tenía al vino, hizo que los caldos que se criaban en su bodega, fuesen cogiendo prestigio y fama, en primer lugar en Doña Mencía, posteriormente en los pueblos cercanos y por último en las principales capitales y pueblos de España. De esta época tenemos marcas tan conocidas como el Amargoso, el Néctar Luque o el Fino Los Luques.

La gran aceptación de los vinos de Bodegas Luque Campos, hizo que tanto las instalaciones como el número de botas de crianza se quedaran pequeñas, por lo que la bodega, situada en la calle de Las Higueras tuvo que pasar, en la década de los 70, a la ubicación actual en la calle de La Molinera.

Son los hijos de D. José Luque ( José, Rafael, Manolo y Jesús), los que se hacen cargo de la bodega una vez que fallece este en 1.975. Con gran esfuerzo y capacidad de trabajo, como siempre, modernizan las instalaciones, amplían el número de botas de crianza, la maquinaria de vendimia, de tratamiento, envasado tanto en botellas como en bag in box, etc.

En la actualidad se cuenta con una bodega moderna en la forma de trabajo y a la vez con una bodega tradicional en la forma de entender la crianza de los vinos. Para dar esa calidad y finura tan buscada en los vinos de hoy y lo que es más importante, mantenerla en el tiempo, Bodegas Luque S.A. cuenta con aproximadamente 4.000 botas de roble americano para la crianza de sus vinos.

Estas botas se encuentran repartidas en varias naves de crianza: la del “Sótano”, la “Antigua Nave de Conos”, la del ”Molino”, la del “Tenis”, la del “Avión”. Se llaman así bien por lo que fueron hace muchos años (nave de conos, molino de aceite), por lo que semejaban (avión), por lo que en realidad son (sótano) o por el uso que tenía antes de que hubiese madera en ellas (tenis).

La mayoría de las botas de la bodega, están dedicadas a la crianza de un vino tan emblemático como es el Fino el Pato Especial P.N., ya que para darle la calidad, finura y características propias, se necesita, en primer lugar, partir de mostos seleccionados en las vendimias, y de pases sucesivos de ese vino todavía joven por las distintas criaderas. De esta forma y dejando pasar el tiempo necesario en cada una de estas, el vino llega a la solera, donde ha adquirido sus características peculiares, estando ya preparado para su envasado, sin filtrado ni clarificado previo. Esto es lo que hace de El Pato Especial P.N. un vino muy fino, suave, sensible, aromático y agradable a los paladares más exigentes.

Otra imagen de Bodegas Luque

Como anécdota curiosa, cabe mencionar que allá por los años cuarenta, los hijos de don José Luque junto con sus amigos, y con la excusa de jugar con unos patos que había en un corral, junto a la bodega originaria, mermaban de forma considerable el mejor vino que había en las botas. En un principio, don José se extrañaba de la “merma” e hizo mirar para ver por donde se salía el vino hasta que comprobó que este no se salía, sino que era sacado por los individuos antes mencionados, los cuales, cada vez que iban a ver al pato, salían bastante contentos. Así, al cabo de los años, el vino quedó bautizado como “Fino El Pato”.

Otros vinos finos no menos conocidos, son el Fino Los Luques Imperial y el Solera Andaluza. Son vinos con menos crianza que el Fino el Pato y muy del gusto de aquellos que dicen preferir vinos “más chiquitos” para copear. Son vinos pálidos y muy agradables en la boca, donde los sabores y aromas afrutados están más presentes.

Otra parte de la bodega, más pequeña, está dedicada a la crianza de vinos amontillados, muy viejos, en los que el tiempo parece no tener importancia. Así tenemos vinos como El Abuelo Solera 1888, de color caoba, intenso en la nariz, donde salen aromas a madera y vejez, y complejo en la boca, donde notamos enseguida que estamos ante un vino con cuerpo, con crianza, natural y capaz de satisfacer los paladares más entendidos.

Así mismo, Bodegas Luque posee un vino dulce, el Pedro Ximénez Luque, elaborado a partir de uvas de la variedad Pedro Ximénez, secadas de forma natural, al sol, en paseras, para extraer posteriormente su zumo, cargado de azúcares, que hace de este vino un producto apreciadísimo y exclusivo de la zona de Montilla-Moriles, ya que es aquí, de entre toda España y el resto del mundo donde únicamente se produce.

Bodegas Luque S.A. comercializa los siguientes tipos de vinos tanto en botellas de 70 y 37,5 cl. Como en bag in box de 5 y 15 lts.)

– Vinos finos: Fino El Pato Especial P.N.

Fino El Pato.

Fino Los Luques Imperial.

Solera Andaluza.

– Vinos Olorosos: El Abuelo Solera 1888 (solo botella 70 cl.).

Viejo Oloroso.

– Vinos Dulces: Pedro Ximenez Luque ( solo botella70 cl.).

Moscatel.

– Mezclas: Palo Cortado.

Pale Cream.

Los vinos elaborados por Bodegas Luque S.A. se encuentran amparados por la denominación de origen Montilla-Moriles, caracterizándose, no obstante, dentro de esta, por adquirir una suavidad y finura que los hace distintos al resto de los de la zona, gracias a que la localización en pleno Parque Natural de las Sierras Subbéticas, le confiere a Doña Mencía de un microclima ideal para la crianza de vinos finos.

Entre los premios y menciones recibidas, cabe destacar:

– El Abuelo Solera 1.888:

– Medalla de Oro en premios MEZQUITA 1996.

– Medalla de Oro en premios BACHUS 1996.

– Medalla de Oro FEVINOR (Santander) 1992.

– Medalla de Oro Radio Turismo Gastronomía Siglo XX 1995, 1998 y 2004.

– Medalla de Oro Intervin, Barcelona 1998.

-Pedro Ximénez Luque:

– Medalla de Oro Radio Turismo Gastronomía Siglo XX 1998.

– Medalla de Plata FEVINOR (Santander) 1992.

– Fino El Pato:

– Medalla de Oro VINALIA (Valencia) 1987.

– Medalla de Plata FEVINOR (Santander) 1992.

– Medalla de Oro Radio Turismo Gastronomía Siglo XX 1995.

– Medalla de Plata en premios MEZQUITA 1996.

– Medalla de Oro Radio Turismo Gastronomía Siglo XX 2001.

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