NOTAS HISTÓRICAS DE LA COFRADÍA DE LOS APÓSTOLES DE DOÑA MENCÍA
Publicado por Antonio Cantero Muñoz en Motril Cofrade 2014
El presente trabajo tiene por objeto reflejar los datos más relevantes, sobre la presencia de las figuras bíblicas de los Apóstoles, en las celebraciones pasionistas de la localidad cordobesa de Doña Mencía. Y hemos de tener presente que su Semana Santa, siempre se ha caracterizado con la presencia de distintas figuras bíblicas con sus martirios y rostrillos en los desfiles procesionales, pues uno de los rasgos que la han identificado a lo largo de los siglos han sido las escenificaciones de la Pasión, en las que su presencia es inexcusable.
La primera cuestión que debemos plantear es desde cuando tenemos certeza de su existencia. Podemos afirmar que desde mediados del siglo XVII1. Esta afirmación se basa que desde esa fecha está acreditada la presencia de los Evangelistas, y si tenemos en cuenta que Apóstoles y Evangelistas formaba parte de una misa cuadrilla, de las trece que componían la cofradía del Nazareno durante el siglo XIX, podemos deducir que la presencia de Evangelistas, presupone la coetánea de otras figuras bíblicas como la de los Apóstoles.
Y además del desfile procesional en la cofradía del Nazareno, participaban en el Sermón del Paso, donde se escenificaba todo el Misterio de la Redención, con especial referencia al Sacrificio de Isaac2.
En este momento no disponemos de la documentación originaria de la cofradía de Jesús Nazareno fechada a partir de 1711, que no se vio afectada por el incendio de la parroquia en 1932, al estar custodiada por la familiar Vergara, de la que actualmente desconocemos su paradero, pero que contiene importantes datos referentes a las figuras bíblicas de los Apóstoles durante el siglo XVIII y primera mitad del XIX3.
Es importante un testimonio fechado en 1882, donde el párroco don José Delgado Monroy describe de forma un tanto sintética como era la cofradía de Jesús Nazareno, que estaba estructura en 13 cuadrillas , y una de las cuales estaba formada por figuras bíblicas, entre las que se incluían los Apóstoles, Evangelistas, Virtudes y soldados romanos4
De lo expuesto hasta ahora, es fácil deducir que frente a la normativa dictada por los titulares de la silla de Osio desde mediados del siglo XVIII, que prohibía la presencia de figuras bíblicas en las celebraciones pasionistas, no tuvo aplicación en Doña Mencía. Las razones que lo explican son tres fundamentalmente:
1 La singularidad del convento parroquia de Nuestra Señora de Consolación hasta el año 1835, en que tuvo lugar la exclaustración de los dominicos.
2 Desde principios del Siglo XIX hasta 1882 la cofradía del Nazareno, y por tanto las figuras bíblicas que formaban parte de la misma, estuvo dirigida por la familia Muñoz Reinoso, caciques locales que muchas veces también ostentaban los cargos más importantes en el Ayuntamiento. Este hecho, unido a la distancia que existía con Córdoba, permitió el mantenimiento de tradicones más seculares sorteando esas normas.
3 A partir del siglo XIX, las cofradías y hermandades y asociaciones relacionadas con ellas, como serían las “corporaciones” de figuras bíblicas, van a ser una de las propuestas de la Iglesia, como alternativa de solidaridad cristiana frente al movimiento obrero o partidos políticos laicos o anticlericales5. Además en los momentos en que la sociedad se “descristianiza” y se vuelve anticlerical (Sexenio Revolucionario 1868-1874, Trienio Bolchevique 1918-1921 o Segunda República 1931-1936) las autoridades eclesiásticas potencian todo tipo de manifestaciones de religiosidad popular, con la intencionalidad de que la gente vuelva a asistir masivamente a los religiosos, siendo lo “popular” el camino más fácil para conseguir “la recristianización” de la sociedad.
Disponemos de un elocuente testimonio documental, en concreto el Libro de Actas de la Cuadrilla de los Apóstoles, que nos permite tener una idea aproximada de como era su funcionamiento interno, que pienso sería parecido en las demás cuadrillas que formaban la cofradía de Jesús Nazareno, y nos hace saber de su participación en distintos actos a lo largo de la Semana Santa6.
El Libro de Actas señala que el 12 de abril de 1877, se establecen las condiciones que han de cumplirse para forma parte de esta cuadrilla. Destaca la obligación de salir en las procesiones y la distinción entre apóstoles y los pretendientes, que sustituían a los primeros cuando fuera preciso, debiendo estar las ropas siempre disponibles para quienes participaban en los desfiles procesionales7
La obligación de pagar las misas por los cuadrilleros difuntos, responde al contexto histórico del momento, pues por esas fechas los modelos de gestión pública no se hacen cargo de las necesidades más básicas de asistencia social. Incluso cuando fue suspendida la cofradía de Jesús Nazareno por fray Ceferino González en 1879, siguieron funcionando las cuadrillas con ese fin:
“casa de Dn Domingo Arjona, donde a la sazón estaban reunidos más de cuarenta hermanos para formar las cuentas y liquidación de los gastos ocurridos durante el año por razón de entierros, cuya costumbre seguía todavía no obstante estar disuelta la Cofradía”.
Lo expuesto explica la regulación detallada de la anterior cuestión, conforme a las condiciones “que constan ante un Juzgado Municipal para ayudar a la función de difuntos cuarquiera (sic) de los hermanos que pertenezcan a dicho Libro a fabor de dicha compañía, que en ella caben los Apóstoles, ayudantes, trompeteros, resadores de el año presente de 1880”:
Condición Primera: Al fallecer un hermano de dicha Compañía, siendo anterior dicho fallecimiento al 29 de abril o sea día de San Pedro Mártir, hay derecho forzoso a el Apóstol San Pedro cada hermano la cantidad de cuatro reales; y el hermano que no satisfaga dicha cantidad para el día treinta de dicho mes será expulsada de dicha Cofradía y no tendrá derecho a colocarse en sitio alguno que forme en la fila de compañeros.
Condición Segunda: Si algún hermano llegara a fallecer desde el día Viernes Santo hasta el día San Pedro Mártir, no tendrá derecho de pedir el Apóstol San Pedro hasta el Domingo de Pascua de Resurrección del año venidero; y así mismo seguirá esta base consecutivamente para los demás años posteriores a éste; este derecho que se insinúa en esta condición es el de pedir pago alguno a los hermanos existentes en dicha compañía
Condición tercera: Los derechos o pagos que el Apóstol San Pedro reciba de los hermanos existentes por algún fallecimiento, tendrá obligación precisa de entregarlos a la esposa o herederos forzosos del finado.
Condición cuarta: El hermano que durante las procesiones llegar a salir a ellas embriagado, el primer ayudante Trifón Muñoz o en su defecto cualquiera que el delegue, tendrá derecho a expulsarlo de la procesión, y que se coloque en su sitio, el que le pertenezca por escala rigurosa. Y para ello tiene por obligación salir en todas las funciones el primer pretendiente con uniforme nuevo con las insignias, y a falta orgullosa de dicho hermano será expulsado de la cofradía
La referencia de que las condiciones constan ante el Juzgado Municipal y el que al final del acta se hace constar que el hermano mayor de la cofradía de Jesús Nazareno es don Francisco Muñoz Reinoso, responde a su interés a que se refleje ese dato, pues por entonces disputada el cargo de hermano mayor al marqués de la Paniega8.
Las condiciones anteriores vuelven a regular las misas de ánima de los cuadrilleros difuntos y las cuotas a pagar, y reflejan la importancia que en Doña Mencía siempre han tenido las fiestas patronales en honor de San Pedro Mártir de Verona, por ser el 29 de abril el día que servía de referencia para comprobar el cumplimiento de las anteriores reglas9.
Lo estipulado en la quinta condición, refleja que en las festividades religiosas de Semana Santa la dimensión festiva y lúdica que nada tenía que ver con lo religioso, y que servían de válvula de escape en la rígida sociedad de la época. Ese divorcio entre lo religioso y profano se refleja en el oficio remitido por el párroco al obispo y que esta fechado el 24 de abril de 1881, que informa sobre el cumplimiento pascual, que solo alcanzó ese año a 200 personas, número muy escaso si tenemos presente que la cofradía de Jesús Nazareno estaba formada por ese mismo número de personas10
Esta misma idea se refleja en la comunicación remitida a la cuadrilla de los Apóstoles por el mismo párroco el 22 de abril de 1889, y que reitera la idea expuesta. Entonces se encomendó a Francisco Santana Tapia que cuidara de que los Apóstoles, ayudantes, rezadores y trompeteros cumplieran con su obligación de confesar y comulgar en la mañana del Jueves Santo, cuestión que solo podría ser excusada en caso de enfermedad o estar fuera de la localidad, pues en caso contrario dejarían de serlo perdiendo todos sus derechos11.
Un dato destacable es que formaban parte de esta cuadrilla los pregoneros, que con su canto narraban de forma didáctica una escena de la Pasión representada por las figuras bíblicas, siendo acompañados por los trompeteros, que como dice Gregorio Sánchez Mohedano nos describe Juan Valera en su novela Juanita la Larga12:
“Cuando los Evangelistas van escribiendo en unas tablillas lo que pasa y unos judíos tunantes vienen por detrás haciendo muchas muecas y contorsiones y les roban los estilos. Los evangelistas, resignados y tristes, abren entonces los brazos y se ponen en cruz. Las trompetas resuenan otra vez para dar el pasillo por terminado”.
El 9 de marzo de 1885 se reunió la cuadrilla en casa de Domingo Arjona Mesa, adoptándose una serie de decisiones entre las que se incluye jubilar a Manuel Sánchez Vera y Mateo Gómez Pérez-Vico, pero no solo por la edad de ambos, sino también por oponerse a la nueva constitución de la cofradía de Jesús Nazareno, tras el conflicto suscitado entre el hermano mayor Francisco Muñoz Reinoso y el marqués de la Paniega:
“Ygualmente convinieron que se había de respetar a cada uno de ellos en el derecho de ocupar los puestos del Apostolado conforme su respectiva antigüedad, según en el orden que se colocaran a continuación de la presente acta.
Asimismo convinieron que el hermano que le falte en los días de Semana Santa a cualquiera cofrade de esta cuadrilla que la componen los apóstoles, resadores, ayudantes y trompeteros quedara expulsado de esta honrada cuadrilla como igualmente si le falta a cualquiera cofrade sea de la cuadrilla que fuese sufrirá igual perjuicio de expulsión.
También convienen que los resadores estarán numerados por la antigüedad que les corresponda y cada uno de estos entraran por su orden numérico a echar la negación e años consecutivos en la inteligencia que si cualquiera que le corresponda el año de su turno no se presenta a la hora competente de ejecutar esta operación o se lo cediera a otro se entenderá que no volverá a llegarle hasta que le toque otra vez por turno a no ser por enfermedad que le impide el poder ocuparse de ellos.
El primer numero de los referidos resadores éste está a cargo el dirigir los cantos en la carrera de las procesiones o cuando salgan de cada de los hermanos mayores o suban al Calvario, y si se necesitan dos coros los compañeros obedecerán su mandato y ninguno podrá negarse a hacerlo y si se negase quedará incurso en las reglas anteriores que llevamos convenidas; y los cantos se llevarán también por orden de números en la forma de la negación, entendiéndose que cuando el primero ceda el canto a favor de otro lo será al segundo este al tercero y así sucesivamente, respetando siempre al derecho al primero con respecto a la vendición
Del mismo modo los ayudantes estarán obligados a obedecer al primero en sus mandatos como los resadores; teniendo también la facultad de la bendición sin interrupción de ninguna clase, con la circunstancia que Manuel Jiménez será el preferido como primero por convenio unánime de todos sus compañeros y de los demás que compone las cofradías que como tal lo han nombrado.
Que con respecto a los Apóstoles han de salir y asistir a todas las Procesiones del Jueves y Viernes Santo los doce que corresponden; y si alguno no le conviniere quedará obligado a prestar su ropa al pretendiente que le corresponda; y por lo que hace al que se jubile estará obligado a vender el credo y diadema al pretendiente que valla a ocupar su sitio, cuyo precio será de siete reales
También se conviene que al trompetero se le ha de abonar a su familia por su fallecimiento la misma cuota que a los demás sin pagar por ello ninguna cantidad de los que los demás ingresen; obligándose a tocar la trompeta siempre que sea necesario por costumbres antiguas como siempre se viene haciendo, o sea en la noche del Miércoles, en los día de Jueves y Viernes Santo y demás procesiones que ocurran, así como cuando fallezca alguno de los hermanos que componen esta cofradía; y si en algún caso no pudiera o estuviera ausente tendrá que poner otro en su lugar para que haga sus veces.
Ygualmente se ha deliberado que todos los hermanos que en lo sucesivo entren a incorporarse a esta Cofradía han de abonar diez reales como cuota de entrada y por cada uno que fallezca cuatro reales; y el que así no lo cumpliere no será acreedor a la antigüedad ni tendrá derecho a exigir cantidad alguna por su óbito; entendiéndose que ocuparan sus números respectivos por el orden de las fechas en que se verifiquen el pago de su entrada todo lo cual ha sido convenido por unanimidad de todos los cofrades”.
Conforme a las anteriores condiciones y del examen de otros testimonios recogidos en el libro de actas, resulta que era habitual la subida a la ermita del Calvario el Miércoles Santo. Una de las razones que lo explica deriva del hecho de que Domingo Arjona, que desempeño el cargo de cuadrillero de los Apóstoles, y había sido mayordomo de la ermita entre 1859 a 187913.
En los años sucesivos, los Apóstoles participaban en la procesión del Cristo de la Columna, Jesus Nazareno y Santo Sepulcro, y se continuaban representado escenas de la Pasión, en la que intervenía los Apóstoles14. También queda contancia de la presencia de los Apóstoles en los defiles procesionales a comienzos del siglo XX, como nos hace saber el diario El Defensor de Córdoba en su edición de 9 de abril de 1915, al describir el orden seguido por la procesión de Jesús Nazareno:
“A las seis se organiza la procesión del modo siguiente: guión de Jesús, San Juan, María Magdalena, soldados romanos, pasionarios, Jesús Nazareno, Dimas y Gestas, Apóstoles, nazarenos penitentes, la Santa Verónica, Virgen de los Dolores, Clero, Ayuntamiento, banda municipal y muchos devoto”.
El incendio de la parroquia de Nuestra Señora de Consolación el 14 de septiembre de 1932, supuso un duro quebranto para las manifestaciones de religiosidad popular en Doña Mencía. Sin embargo, pronto tuvo lugar el renacer del movimiento cofrade, que se iba a articular sobre tres pivotes fundamentales: el patranazgo de las familias de más señalada posición social con las imágenes de la Virgen de los Dolores y Nuestro Padre Jesús Nazareno; grupos humanos unidos en la devoción a imágenes, como el de socios del Casino al Santo Sepulcro, y otro también numeroso en torno a la nueva imagen del Cristo de la Expiración; por último tres esfuerzos personales, Manuel Ortiz Alférez fomentando el culto a San Juan Evangelista, Luis Amores Lucena, con una nueva imagen del título de la Columna, por último Lorenzo Cantero Urbano que volvió a dar vida a las figuras bíblicas de los Apóstoles.
Al finalizar la Guerra Civil, se intentó reorganizar la antigua cuadrilla de Apóstoles como una cofradía independiente, pero en 1940 no salieron más que cuatro o cinco apóstoles y en años sucesivos ocurrió igual. Gracias al esfuerzo y tesón de Lorenzo Cantero Urbano, en razón del cumplimiento de una promesa por curación de una grave enfermedad que sufría su esposa, a partir 1951 salió completa aunque ya no fueran acompañados por los evangelistas, y desempeñó hasta su fallecimiento en 1996 el cargo de hermano mayor, dándole un marcado carácter familiar15.
Por esa época habían dejado de participar en unas antiguas ceremonias, como nos hacía saber su hermano mayor: “en la noche del Jueves Santo los Apóstoles buscaban afanosamente a Jesús. Después de recorrer las calles del pueblo entraban en la iglesia donde le hallaban humillado y escarnecido. Entonces, muy compungidos por los sufrimientos de su Maestro salían a la plaza y se abrazaban emocionados”.
Disponemos de un elocuente testimonio fechado el 30 de agosto de 1957, relativo a la visita ad límina de la parroquia de Nuestra Señora de Consolación el 30 de agosto de 1957, que nos hacen saber de las cofradías que existían en la localidad, entre la que incluye a la de los Apóstoles, y por tanto sin formar parte del Nazareno16:
“Existen en la Parroquia y feligresía asociaciones religiosas, Corazón de Jesús, Hijas de María, Nuestra Señora de la Fe, de la Medalla Milagrosa, de la Virgen de Fátima, María Auxiliadora, Cristo de la Expiración, San Juan Evangelista. Hay además las siguientes Cofradías = Nuestro Padre Jesús Nazareno, Apóstoles y Evangelistas, de la Virgen de los Dolores y Santo Sepulcro y Jesús Amarrado a la Columna y Conferencias de San Vicente […] Las asociaciones religiosas se instruyen en los ejercicios cuaresmales y confiesan y comulgan el Jueves Santo”.
Desde entonces han participado en la procesión del Jueves Santo, acompañando al Cristo de la Columna y a la Virgen de los Dolores, y en la madrugada del Viernes Santo con Nuestro Padre Jesús Nazareno, dejándolo de hacer con el Santo Sepulcro. En la actualidad también acompaña a la cofradía de Nuestro Padre Jesús en su oración en el Huerto de los Olivos desde su fundación en 1997, y participa en el acto del Prendimiento que tiene lugar al final de esa procesión, en la que el Apóstol San Pedro corta la oreja a la figura bíblica de Malco, mientras se canta el pregón que narra esa escena17.
En el año 2000 celebró el cinquentenario de su fundación con los siguientes actos: mesa redonda que analizó el origen de esta cofradía, así como la existencia de otras similares en las localidades cordobesas de Baena y Puente Genil; exposición de hábitos, martirios, manuscritos y fotografías de la cofradía; por último una charla que explicó la Pasión de Jesucristo desde un punto de vista médico.
Hasta el año 2002 esta cofradía desfilaba junto a la imagen del Cristo de la Columna, pero desde el año 2003 lo hace dentro del tramo que ocupa la cofradía de Nuestra Señora de los Dolores conforme a un acuerdo fechado el 5 de abril del 200318.
En todas las procesiones en las que participa la cofradía de los Apóstoles, todos los mencianos evocamos nostálgicamente a Lorenzo Cantero Urbano, que forma parte de la memoria histórica de la Semana Santa de Doña Mencía, el cual supo trasmitir como nadie a toda su familia, y especialmente a todos sus hijos, ese buen hacer semanasantero, pues con su esfuerzo y tesón dio esplendor en unos momentos difíciles a las figuras bíblicas de los Doce Apóstoles, que todos los años, con esos rostros llenos de hieratismo y seriedad dan el máximo esplendor a todos los desfiles procesionales en los que participan.
1 CANTERO MUÑOZ A.: “Religiosidad Popular y Semana Santa en la Iglesia Dominicana de Doña Mencía, Siglos XVI-XVII”. Doña Mencía 2003 pp 179-180. Se trata del testamento de Francisco García, otorgado el 12 de diciembre de 1675, donde manifiesta que es Evangelista: “mando a la cofradía de Jesus Naçareno desta Villa los recaudos con los que salgo el biernes Santo al ser ebangelista, que son un rrostro y un atril, porque asi es mi boluntad, lo qual se le entregue luego que yo fallezca al Hermano Mayor que fuere desta Cofradía, menos una túnica morada que es con la que me an de enterrar”.
2 CANTERO MUÑOZ. A.: “Historia de la Semana Santa de Doña Mencía 1800-2005” Doña Mencia 2008, pp.255-270. Sermón de Pasión predicado en 1863 por el pbro Eduardo Muñoz Reynoso. He transcrito de forma íntegra el Sermón que desde antaño se predicaba en el interior de la Iglesia Dominicana antes de la procesión, donde se narraba el Misterior de la Rendención. Además de las figuras bíblicas, participaban varias imagenes con San Juan, la Magdalena, y la Verónica. Esta última imagen era Santa Juana de Aza y en Semana Santa se convertía en la Verónica. Este acto se ha conocido como “Sermón de la Madruga”, y existió hasta la década de los años 60 del siglo XX.
3 En el periodico local que se edito en Doña Mencía con el título de Guía, correspondiente al año 1959, se refleja como un miembro de la familia Vergara exhibe la citada documentación a quien le formula una serie de preguntas sobre la cofradía de Jesús Nazareno. El que redacta este trabajo, vio ese libro con un dato relativo a un menciano que por entonces representaba la figura bíblica de San Pedro Apostol.
4 Archivo General Obispado Cordoba. Despacho Ordinario. Doña Mencia. 1882: “La Cofradía en este último periodo estaba distribuida en Cuadrillas, y cada cuadrillero era depositario de un fondo común de los individuos que la componían, mediante a que cada uno daba una cuota señalada todos los años con el objeto de costearle el entierro el hermano que falleciese. Ninguno otro tenía intervención en estos fondos más que los mismos interesados que anualmente pedían cuentas a sus respectivos cuadrilleros formando su liquidación. En este estado venía funcionando laCofradía, asistiendo a las procesiones de Semana Santa contando con un número de más de doscientos individuos, en su mayor parte llamados hermanos de Cruz, por llevar túnica morada y cruz al hombro. Había un número de doce además figurando el Apostolado llevando cada cual el instrumento que representaba su martirio. También había cuatro destinados a salir figurando los Evangelistas, otros siete las Virtudes y finalmente una escolta de soldados romanos”.
5 AGUDO TORRICO, J.: Hermandades y tiempos rituales: viejos y nuevos significados. En Religión y Cultura. Tomo 1, página 366.
6 Archivo Cofradía de los Apóstoles. Libro de Actas. ARANDA DONCEL, J.: La Pasión de Córdoba pp. 162 y 170-171.
7 1ª.- Los Apóstoles están obligados a salir todos los años en la Hermandad. 2º.-El Apóstol que haga tres faltas sin motivo alguno que acredite su imposibilidad de asistir a la hermandad será expulsado de ella. 3º.-En el caso de faltar alguno de dichos Apóstoles esta obligado a reemplazarlo uno de los pretendientes por escala rigurosa. 4ª.-Ningún Apóstol por no salir un año podrá disponer de su vestuario para nadie, a no ser para el pretendiente que le corresponda. 5ª.-Están obligados los referidos Apóstoles a pagar las misas cuando corresponda, quedando imposible de este cargo el que hace cabeza de ellos llamado San Pedro.
8 CANTERO MUÑOZ, A.: “Historia de la Semana Santa de Doña Mencía 1800-2005” Córdoba 2008 pp. 103-152.
9 CANTERO MUÑOZ, A.: San Pedro Mártir Patrón de Doña Mencía. Baena 2005 pp. 251-252.
10 Archivo General Obispado Córdoba. Despacho Ordinario. Doña Mencía. 1881.”Nota de las personas que han cumplido en el presente año con el precepto pascual, asi como tambien de ciertos datos referentes a las Ymagenes que han salido en las procesiones de la Semana Santa. Con respecto a o primero paso a decir a VE Rma que poco más de doscientas personas han cumplido con el referido precepto en la forma siguiente. Hombres veinte y seis incluso cuatro individuos del Ayuntamiento y sirvientes de la Parroquia; sobre siento setenta mugeres, inclusas las dos Congregaciones de la Purísima Concepción y Sagrado Corazón de Jesús; y además de los niños y niñas que han estado capaces de las Escuelas”.
11 “En virtud a que las procesiones de Semana Santa son actos religiosos por los cuales se manifiesta el gran misterio de la Pasión y muerte de Nuestro Divino Salvador, es evidente que todos los que toman parte en la manifestación de estos actos deber ser verdaderamente católicos y cumplir como tales los deberes de buen cristiano con la mayor exactitud y puntualidad. Por tanto para que los que toman parte en las dichas Procesiones como Apóstoles, ayudantes, rezadores, cumplan con los deberes anteriormente indicados, queda hecho cargo el cuadrillero Francisco Santana Tapia de hacer cumplir a los individuos de su cuadrilla la obligación de confesar y comulgar en la mañana del Jueves Santo, el cual advertirá todos que si no existe una causa verdaderamente justa sería estar enfermo o fuera de la población, dejará de cumplirse con lo preceptuado se considera como que ha hecho dimisión de su cargo y que renuncia voluntariamente a cuantos derechos tengan anteriormente adquiridos. a fin de que se cumpla con precepto de la Santa Madre y como rector y cura propio de la Parroquia doy esta disposición tomada de las que el Exmo e Yltmo Sor Obispo me tiene encomendadas”.
12 SANCHEZ MOHEDANO, G.: Don Juan Valera y Doña Mencía. Córdoba 2001 (2ª edición) p. 117.
13 AGOC. DO. DM. 1885. Carta remitida por Domingo Arjona al obispo solicitando se le nombrase nuevamente mayordomo de la ermita, estando fechada el 13 de mayo de 1885: “Domingo Arjona Mesa, natural y vecino de la Villa de D ª Mencía, con la debida consideración y respeto, expone a VEY: que por espacio de veinte años, desde 1859 hasta el año 1879, estuvo cuidando de la Hermita de Nuestro Padre Jesús del Calvario, extramuros de esta referida Villa, y a su costa reedifico dicha Hermita que estaba arruinada, con el mobiliario que hoy en ella existe, y también algunas cosas de las que hoy no existen, como es el esterado; además compuso el camino para ir a ella, e hizo otros varios gastos para el culto de la misma como se comprueba por el documento que se acompaña. Ahora bien, todos estos sacrificios los hizo con sumo gusto por redundar en beneficio de la Yglesia y del culto religioso; pero ocurrió que, por ignorancia de buena fe jamás había solicitado de la autoridad eclesiástica un título que en caso dado diera acreditar que obraba como Mayordomo de la referida Hermita; y aprovechando uno de sus convecinos la ocasión de estar ausente, el exponente en cumplimiento del cargo que ostenta, solicito del muy digno antecesor de VEY que se le concediera el título de Mayordomo, nombramiento que obtuvo sin dificultad porque, tanto el Excmo y Rvdo. Señor Obispo como el Señor Cura de esta Parroquia ignoraban los antecedentes que lleva hecho mérito. En vista de lo sucedido, se resigno a no interponer reclamación alguna por escrito, conformándose con que esta había sido la voluntad de Dios; pero hoy no puede menos que dirigirse a VEY movido por el digusto que experimenta al ver los deterioros que se observan tanto en el edificio como en el mobiliario plantas adyecentes a dicha Hermita; por cuanto su devoción no se ha debilitado. Suplica a VEY, se digne concederle el nombramiento de Mayordomo de repetida Hermita, gracia que espero obtener de la rectitud y bondad de VEY cuya vida Dios guarde muchos años.
14 JIMENEZ URBANO, J.: El Bermejino nº 89 abril 1987. Se trata de una magnífica entrevista realizada al pregonero Antonio Buitrago Jimenez. : “Cuando llegábamos a la Iglesia nos parábamos todos en el pórtico, entrando San Pedro, y el hermano mayor de los cuadrilleros daba con el báculo unos golpecitos en el suelo. San Pedro se abría de brazos y en donde quiera que el otro daba un golpecito, acudía a él, en busca de ver que era aquello, hasta que llegaban a la nave en que estaba Jesús Nazareno; entonces, el del báculo daba un golpe seco en el suelo y San Pedro se abría de brazos como pasmado de haberlo visto y se daba media vuelta y se iba muy ligero, muy ligero, para la calle, y se iban todos como que ya habían encontrado al Señor. Y durante este acto ¿se decían versos o pregones? No. Todo eso era callando. Después, cuando los Apóstoles veían al Señor, iban desfilando delante de Él, y sentándose en los escaños. Luego entraban los hermanos de cruz, con la cruz a cuestas y el capillo tapado, y el del báculo, cada vez que pasaba un hermano le daba con el cordón en la cara. Y así sucesivamente iban desfilando los hermanos de cruz, pocos o muchos o los que fueran, y se sentaban, y entonces era cuando el cura se subía al púlpito y decía el Sermón de Muerte”
15 C. SANCHEZ, R. ROLDAN, R. URBANO: La Semana Santa menciana a través de los hermanos mayores de las cofradías. En Guía marzo 1959.
16 AGOC. DO. DM. 1957.
17 Cuadrilla de Pregoneros de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, María Sta de la Amargura y Hermanos de Cruz. Libro de Pregones de la Semana Santa de Doña Mencía. Doña Mencía 2010. p. 73:“Un sayoncillo brioso que pariente era de Malco, a quien San Pedro en el huerto una oreja le ha cortado”.
18 Archivo Cofradía Virgen de los Dolores: “Reunidos de una parte don Manuel Lorenzo Cantero Caballero, en nombre y representación de la hermandad de los Apóstoles, de la que es su hermano mayor. De otra parte don Ángel Francisco Urbano Rosa, en nombre y representación de la cofradía de Ntra. Sra de los Dolores, de la que es su hermano mayor exponen: I Que desde la Semana Santa del presente año, la hermandad de los Apóstoles hará su estación de penitencia, en la tarde-noche de cada Jueves Santo, dentro del tramo procesional correspondiente a la cofradía de Ntra. Sra de los Dolores. II Que la hermandad de los Apóstoles se ubicará, dentro de las filas de Ntra. Sra de los Dolores, delante de las mujeres que acompañan a la Virgen ataviadas con mantillas y detrás e los hermanos de filas, cuando la anchura de la calle lo permita en fila de a dos. III Que únicamente por motivos justificados y con la previa aprobación de las juntas de gobierno de ambas cofradías se podrá variar el lugar de ubicación indicado para la hermandad de los Apóstoles, permaneciendo en todo caso integrados dentro del tramo procesional de la cofradía de Ntra. Sra de los Dolores”.