Religiosidad popular y Semana Santa en la Iglesia Dominicana de Doña Mencía
Publicado por Antonio Cantero Muñoz en el libro con este título, en Córdoba en el año 2003.

Pregoneros en la Semana Santa de Doña Mencía
Este libro tiene por objeto, la investigación de las ricas manifestaciones de religiosidad popular, en la desaparecida Iglesia Dominicana de Doña Mencía desde principios del siglo XV hasta 1800. Su marco temporal prácticamente coincide con el Antiguo Régimen, si bien nuestra exposición termina en los años finiseculares del Siglo XVIII, por coincidir con los primeros hechos que dieron lugar a su caída, fundamentalmente la Desamortización de Godoy y Guerra de la Independencia, que sientan las bases de la revolución burguesa. Esto exige un análisis específico y detenido que intentaremos abordar más adelante.
Dos son las razones fundamentales que motivan su realización. En primer lugar, la falta de un estudio específico sobre estas expresiones religiosas, sin que esto suponga negar la importancia y el valor de lo publicado hasta la fecha. Entiendo que son obras limitadas por la materia que analizan, o superadas por el tiempo transcurrido desde que fueron redactadas.
Existen dos que son de consulta obligatoria, una de fray José Cantero fechada en 1801, y titulada como Compendio Histórico del Convento de Nuestra Señora de Consolación del Orden de Predicadores en la Villa de Doña Mencía. Para su realización, este dominico usó como únicas fuentes documentales, las que se encontraban en el archivo del convento de Santo Domingo. Narra los distintos pleitos jurídicos en que se vio envuelto, en defensa de sus privilegios pontificios, frente a los titulares de la silla de Osio, así como su reconocimiento y conservación por la autoridad real en 1765 y 1801. Solo analiza las manifestaciones de religiosidad popular de forma secundaria y parcial, desde su visión como religioso. Otra es la Historia de la Iglesia Dominicana de Doña Mencía, de José Montañez Lama, redactada en 1901 y publicada por la Real Academia de Córdoba en 1957. Utilizó los datos históricos contenidos en la anterior, las informaciones aportadas por vecinos de la localidad, así como la documentación existente en el Archivo Parroquial y Municipal de Doña Mencía. Creo que no es una obra muy rigurosa desde un punto de vista científico, pero su gran valor deriva de ser el único medio que nos permite hacer una «reconstrucción virtual» de cómo sería la destruida iglesia conventual. Realiza una descripción muy detallada de la misma basada en los inventarios parroquiales, así como en el conocimiento personal del templo, por ser su sacristán en los años finiseculares del Siglo XIX. Su gran limitación, deriva del silencio de las fuentes documentales utilizadas, también que algunos de los datos que aporta no se corresponden con la realidad, al contrastarlos con otros no utilizados hasta la fecha.
Hemos de destacar los distintos trabajos de investigación centrados en la devoción a San Pedro Mártir de Verona, Jesús Nazareno y el Corpus, y que han sido publicadas en El Bermejino. En ellos se hace una análisis bastante interesante del aspecto festivo, pero limitado por cuanto usan como únicas fuentes las del Archivo Histórico Municipal de Doña Mencía, sin contrastar esos datos con los procedentes de otro origen, lo que proporciona una visión mucho más completa y rica que la que aportan.
Pretendemos analizar con detenimiento y rigor, las ricas manifestaciones de religiosidad popular de la villa señorial, que nos permitirá tener un mejor conocimiento de nuestro pasado, lo que servirá para entender plenamente nuestro presente. Como señala Domínguez Ortiz, ningún grupo humano mantiene su propia identidad si desprecia su pasado al olvidar sus tradiciones. Esta afirmación, cobra aun más sentido en la actualidad, pues muchas veces el proceso de «globalización» en que se halla inmersa la sociedad, nos lleva a cierta uniformidad, en cuanto a las formas y comportamientos colectivos en las fiestas religiosas, adoptándose un modelo estético que es ajeno a nuestras tradiciones, con las que nada tiene que ver. Doña Mencía, como otras muchas poblaciones cordobesas, aun mantiene cierta originalidad en algunas manifestaciones de religiosidad popular, lo que justifica plenamente el esfuerzo que hemos realizado, que nos permitirá su conservación para generaciones futuras, consiguiendo su divulgación en distintos ámbitos.
Hemos realizado nuestro análisis desde distintos puntos de vista, especialmente desde la perspectiva de la historia de las mentalidades, pero teniendo siempre muy presente, la influencia de los dominicos en la vida cotidiana de la localidad. Esta relevancia se basaba en controlar en aquel entonces, el mass media del momento, como era el púlpito del convento de Santo Domingo. La otra razón, era corresponderle por privilegios pontificios el cobro de diezmos y primicias, lo que determinaba su independencia económica, dando lugar a que la parroquia de Doña Mencía se convirtiera en una jurisdicción cuasi-exenta de la mitra cordobesa.
Nuestra exposición se articula en varios capítulos, que además de reflejar los sentimientos religiosos de los mencianos durante el Antiguo Régimen, permite conocer su escala de valores, pensamientos dominantes, comportamientos sociales.
En el primero, aportamos los datos históricos que explican la importancia de los dominicos en todos los órdenes de la vida cotidiana, situación que duró hasta su exclaustración definitiva en 1835, así como el motivo de que ejercieran funciones parroquiales con carácter exclusivo.
El siguiente, se centra en reflejar aquellas devociones que gozaron de más arraigo popular, haciendo una especial referencia al providencialismo, como única solución a las calamidades públicas, que periódicamente azotaban pueblos y ciudades.
En el tercer capítulo, me refiero a las cinco ermitas que existieron y sus avatares históricos, aportando datos inéditos hasta la presente publicación.
El cuarto, se centra en las celebraciones de la Pasión, con referencias que acreditan su antigüedad y arraigo entre todas las capas sociales, acreditando su singularidad, en razón de la importancia de los dominicos en la vida religiosa.
El capítulo siguiente, nos permite tener un conocimiento profundo de la fábrica y aspectos artísticos de la iglesia conventual, reflejándose en sus capillas, los actos religiosos allí organizados, la estructura de la sociedad estamental y jerarquizada de la España Moderna.
En el sexto, nuestro estudio se centra en el conflicto entre religiosidad popular e Ilustración. También, como las autoridades civiles y eclesiásticas, que procedieron a regular y limitar estas manifestaciones religiosas.
Los pleitos en los que se vio envuelto el convento de Santo Domingo durante del Siglo XVIII, en defensa de su estatuto jurídico singular, es el hilo conductor del séptimo y último capítulo.
Una dificultad añadida a nuestro trabajo, ha sido hacer frente a la dispersión de las fuentes que nos han servido como apoyo documental, pues hemos utilizado fondos procedentes de distintos archivos civiles y eclesiásticos, radicados en distintas poblaciones. Destacan los depositados en el Archivo Histórico Nacional, hasta ahora inéditos, así como contenidos en los protocolos notariales de varias localidades cordobesas, que por su riqueza de contenido, aportan valiosos datos sobre los más variados aspectos de la sociedad de la época.
El contenido completo del referido libro se puede consultar en el siguiente enlace: